jueves, 3 de abril de 2008

Sólo se trata de aprender a vivir

Pensando he llegado a una gran conclusión. ¿Cuántas veces cada uno de nosotros quiso por diferentes motivos, circunstancias, o dificultades... tener la facultad de regresar en el tiempo para así cambiar hechos o actitudes personales? Cuando pienso en eso me doy cuenta de que no podría estar jamás en nuestras manos semejante opción, porque por más que creamos no estamos capacitados para manipular algo de semejante magnitud. Las circunstancias del presente son consecuencia de actitudes erradas o acertadas, o tal vez de hechos que nos toca afrontar. Cambiarlas sólo porque se nos antoja sería no aceptar que hay acontecimientos que están mas allá de nosotros, lo aceptemos o no. Las respuestas a nuestros llantos o alegrías siempre estarán más adelante; ahí encontraremos el por qué alguna vez lloramos o reímos. Pero sólo la encontrará aquel que se detenga a buscarlas. Sólo Dios sabe manejar los hechos, y El pone la finalidad a cada uno de ellos. Está en nosotros acertar y entender, para así darnos cuenta de que no se trata de cambiarlos, si no de aprender a vivir.Andres RegiardoPensando he llegado a una gran conclusión. ¿Cuántas veces cada uno de nosotros quiso por diferentes motivos, circunstancias, o dificultades... tener la facultad de regresar en el tiempo para así cambiar hechos o actitudes personales? Cuando pienso en eso me doy cuenta de que no podría estar jamás en nuestras manos semejante opción, porque por más que creamos no estamos capacitados para manipular algo de semejante magnitud. Las circunstancias del presente son consecuencia de actitudes erradas o acertadas, o tal vez de hechos que nos toca afrontar. Cambiarlas sólo porque se nos antoja sería no aceptar que hay acontecimientos que están mas allá de nosotros, lo aceptemos o no. Las respuestas a nuestros llantos o alegrías siempre estarán más adelante; ahí encontraremos el por qué alguna vez lloramos o reímos. Pero sólo la encontrará aquel que se detenga a buscarlas. Sólo Dios sabe manejar los hechos, y El pone la finalidad a cada uno de ellos. Está en nosotros acertar y entender, para así darnos cuenta de que no se trata de cambiarlos, si no de aprender a vivir.

No hay comentarios: